“El azar marca nuestra forma de caminar por la vida”

 

En efecto, el azar fue el que llevó a Pedro Brotini a ganar, con su novela El tiempo de las palabras azules, el premio literario Wolkswagen Qué Leer, un premio que le abrió el camino de la escritura, él confiesa que de forma algo tardía, aunque leyendo sus textos podríamos aplicar aquella máxima de que si la dicha es buena no importa que llegue algo tarde. Así comenzó a confesar sus secretos literarios ante la profesora Eugenia Pérez, quien realizó una entrañable presentación cuyo prólogo fue nada menos que un detallado repaso de las siete ediciones anteriores de esta semana literaria, invitando a los presentes a recordar el camino que nos ha traído hasta aquí.

Y entre esos presentes contamos en esta jornada con la asistencia de la Consejera de Educación, Juventud y Deportes de la Región de Murcia, Adela Martínez-Cachá, que visitó nuestro centro para conocer de primera mano la semana literaria y se felicitó tanto por la calidad de las intervenciones de los alumnos de 1º de Bachillerato como por la labor de fomento y difusión de la lectura que se realiza en el instituto. Ella se reconoció como una gran lectora que trata de inculcar en sus hijos esa misma pasión, y no pudo sustraerse a la tentación de hacerle algunas preguntas a Pedro Brotini, de cuya novela se llevó un ejemplar dedicado.

Previamente, también nuestra directora, Josefa García, habló a los asistentes de la importancia de la literatura, agradeciendo a los alumnos el hecho de interesarse por ella, ya que de esta forma inauguraban un camino que jamás abandonarán a lo largo de sus vidas. El mismo camino que, como lector, ha recorrido este autor, y que le ha permitido convertirse en escritor sin abandonar su faceta de crítico literario, actividad que le llevó a crear un blog que ahora sigue difundiendo a través de la revista Hola (http://blog.hola.com/elprimermarcapaginas)

Metidos ya en la conversación puramente literaria, presentadora y autor charlaron acerca de los temas presentes en La estancia, que son ni más ni menos que los grandes temas que afectan al ser humano, puesto que son atemporarles. Pedro Brotini reconoció que la psicología, su faceta profesional, le ayuda siempre a la hora de crear a sus personajes, incluso también a la hora de matarlos, si llega el caso. El autor nos habló de sus técnicas de escritura, pero sobre todo de la necesidad de no perder nunca la capacidad de sorprendernos, el cual sería seguramente el principal mensaje que se puede deducir de sus obras, porque el día que dejemos de sorprendernos empezaremos a morir un poco y la literatura perderá la magia que tiene.

Pedro confesó aficiones, gustos literarios y cinematográficos, técnicas de supervivencia a la hora de escribir, su debilidad por el cuento, y rápidamente comenzó a responder preguntas acerca de esa trama que tiene como punto de partida la mítica reunión que se celebró en Villa Diodati en 1816, y en la que Mary Shelley y John Polidori alumbrarían dos obras míticas no sólo para el género de terror sino para la literatura en general, Frankenstein y El vampiro.

La conversación continuó por unos cauces distendidos y relajados y Pedro regaló algún consejo que otro a un par de alumnas que mostraron ya inquietudes literarias creativas, eso sí, sin dejar de poner en primer lugar la lectura como mejor técnica para después escribir, una lectura que él no deja de practicar un solo día, robándole al sueño tantas horas como le es posible.

 

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